Conceptos básicos tras preparar la mente

(Versión Revisada 1)

Dónde (PARAMATTHA) y cómo (ANICCA LAKKHANA) mirar para acabar en: no hay nada que ver en sí mismo, no hay nadie que vea en sí mismo, no hay por ello acción alguna de ver algo en sí misma.

Preparar la mente minimiza riesgos, pero es cierto que no todos los que se lanzan a la piscina solos sin saber nadar se ahogan. De los que no se ahogan, algunos lo consiguen solos y otros, sea como sea, reciben ayuda. De hecho, todo esto son puras apariencias, explicaciones limitadas por el mismo hecho de explicar y los instrumentos que para ello usamos. ‘Solo’, ‘piscina’, ‘conseguir’, ‘ahogarse’ etc. forman parte de aquel mundo en que vivimos que en realidad no es en sí mismo.

      § 2.
      Tattha vutt’ abhidhammatthā – catudhā paramatthato
Cittam cetasikam rūpam – Nibbānam’ iti sabbathā.

    § 2.
      In an ultimate sense the categories of Abhidhamma, mentioned therein, are    fourfold  in all: (i) consciousness, (ii) mental states, (iii) matter, and (iv) Nibbāna.

  En un sentido último1 (paramattha), las categorías del Abhidhamma que se             mencionan son cuatro: materia, mente, componentes mentales y nibbaana.
(Abhidhammatta Sangaha, traducción pali-inglés Narada Thero, en A manual of Abhidhamma)

La práctica de la meditación intensiva y profunda tiene como único objetivo generar un proceso de percepción que nos lleve al despertar, que nos lleve a aquello que está más allá de la percepción y la sensación.

Es decir no son técnicas que aparentemente vayan a ayudarnos con los problemas diarios que tenemos, que están construidos desde la idea del ‘yo soy’, sino que son sistemas que nos hacen vivir experiencias que ponen en compromiso nuestra idea de ‘yo soy’, hasta que la disuelven por completo. Cuando no hay quien viva un problema, ese problema no tiene más trascendencia, de echo, no se considera un problema. Es un problema que existe en dependencia de un yo, y cesa juntamente con el yo.

Estas técnicas, sistemas o modos de observar trabajan a un nivel profundo de la mente, a un nivel no-superficial y eso hace que a veces los resultados o la valoración desde nuestra mente de superficie sea sesgada, sea poco precisa, falte de capacidad para ver aquello que ha sucedido.

Esto no significa que debamos seguir ciegamente algo, sino que, si hay esta dificultad de valoración, dado que la confianza en lo que estamos haciendo no será firme, nuestro trabajo tampoco podrá serlo y, por ello, hasta que nuestra confianza no se afiance, algo que no podemos forzar, sino que se construye a su propio ritmo2, este proceso tendrá impedimentos, o momentos de mayor y menor aplicación.

De todos modos, aunque es posible que no seamos capaces de valorar los efectos profundos de la meditación, sí deberían manifestarse en ciertos aspectos de nuestra vida diaria. Sobretodo en una mayor capacidad de relacionarnos con nuestras sensaciones y una mayor comprensión de las características impermanentes, no satisfactorias y carentes de propiedad y sustancialidad de estas.

Si realmente fuera posible hacer clasificaciones y divisiones dividiríamos la meditación intensiva en dos aspectos que se complementan mútuamente:

a) trabajar estados exaltados de la mente

b) trabajar en ver directamente tal como son los fenómenos, ver las tres características generales en los fenómenos condicionados.

A) Trabajar estados exaltados de la mente significa ampliar nuestra percepción de lo que es el mundo, entrar en nuevos mundos, en nuevas dimensiones, en lugares más allá de los sentidos, en espacios de materia sutil, en espacios más allá de la materia,…

Se trabajan a partir de estados de concentración. En la tradición theravada, se trabajan normalemnte a partir de los Jhaanas3 o absorciones meditativas.

Todo el resto de técnicas que no se basan en ver las cosas tal como son y comprender el surgir condicionado de los fenómenos, pueden englobarse en el saco de estados exaltados de la mente. Si no llegaran a esta potencia mental, para aquellos que les guste clasificar, podríamos englobarlos en todas aquellas técnicas que nos hacen sentir mejor con nostros mismos, que nos ayudan a convivir con nuestro mundo conceptual, que nos ayudan a cambiarlo y transformarlo,…

B) Trabajar en la linea de vipassana, sea a través de uno u otro sistema de vipassana, significa tomar el compromiso de acercarnos de un modo radical y directo a la raíz de la que surge y a través de la que se genera nuestra identidad, nuestra idea de que somos algo independiente y separado, o de que, de hecho, hay algo independiente y separado. Esto implica trascender el famoso ‘somo uno’ pues en tal lugar no hay más que UNO, no dos, ni nosotros, ni otros, ni percepción, objeto percibido y perceptor,… No hay un ‘somos’, hay lo que hay.

Para trabajar de este modo, aunque en ciertos casos se da la experiencia de un modo espontáneo, podemos facilitarla si tenemos instrucciones claras y precisas de cómo investigar la realidad que estamos viviendo, de qué está compuesta esta realidad y cómo es construida. Esto es: quién soy yo, qué estoy haciendo, que son estas cosas de aquí afuera, qué es afuera y adentro,…

Para ello, dando más o menos vueltas, de un modo más o menos amplio, todas las técnicas de vipassana deben dirigirse a lo que llamamos paramatthas. Esta palabra pali es de difícil traducción. Paramattha podría definirse como algo que podemos experimentar directamente, como una unidad mínima de experiencia, a la que no añadimos nada más, ninguna cualidad adicional a la de la propia experiencia misma. (de todos modos esta definición no es válida para el paramattha nibbaana, pero sí para los otros tres).

Debemos diferenciar entonces tres cosas: estos paramattha, los conceptos o paññattis y las designaciones. Designaciones son las palabras que utilizamos para designar, ya sea por escrito, verbalemnte, o como conjunto de sonidos, tanto una experiencia (paramattha) como un concepto (paññatti). Por ejemplo: si ponemos sal en la lengua, experimentaremos un sabor. Ese sabor es una experiencia. La sal, como un objeto separado, es un concepto (esto es: la imagen de la sal, más el sabor de la sal, más el tacto de la sal, más el olor de la sal, más el sonido de la sal, más las ideas previas que se añaden a estas experiencias o al concepto mismo que se forma a través de ellas). A través de estas seis experiencias directas elaboramos conceptos, que designamos con palabras o designaciones. La cuestión es que esas palabras pueden designar directamente a experiencias, o no (por ejemplo en el caso comentado arriba, la palabra ‘sal’ designa un concepto, la palabra ‘salado’ designaría una experiencia). La designación o palabra es algo que utilizamos para comunicarnos, pero lo importante es comprender si nos estamos refiriendo a una experiencia directa con ella, o si nos estamos refiriendo a una idea o concepto que elaboramos a través de las experiencias, como el caso de la idea de esta cosa que llamamos sal y que no podemos creer experiementar más que si unimos todas esas experiencias que hemos comentado antes y elaboramos algo nuevo que llamamos sal, que no puede concebirse separadamente de esas experiencias.

Sin embargo al tocar la sal, por ejemplo la sal de mesa fina, sí tenemos una experiencia de tacto, al situar la sal en contacto con la materia gustativa, sí tenemos una experiencia de gusto,… Estas experiencias surgen al poner en contacto materia que percibe y materia que puede ser percibida (en este caso de los cinco sentidos) o sino, al desarrollar la mente una idea a partir de algo con lo que haya entrado en contacto vía los cinco sentidos o al entrar en contacto directo con un objeto mental. La experiencia finaliza tan pronto como el contacto cesa y se renueva tan pronto como el contacto resurge.

Con estados emocionales pasa algo similar. Aquello que designamos con el nombre ‘alegría’ o ‘tristeza’, es una experiencia. Es algo que se está experimentando. Es algo que ha surgido por unas causas (no es la historia a la que solemos hacer referencia, sino algo más profundo) y cesa cuando cesan esas causas. La alegría se refiere a una sensación no duradera, a algo que constantemente viene y se va. Si nos referimos con ella a un estado emocional que puede durar días o semanas, el estado emocional es un concepto, la sensación que lo sustenta es la experiencia o paramattha a través de la cual se elabora el concepto. Como el concepto está basado en la sensación, obviamente tampoco puede ser eterno y duradero, pero para tener una observación que pueda tener un impacto profundo en nuestra comprensión de las cosas, debemos dirigir la observación a la experiencia a través de la cual elaboramos nuestro mundo de ideas.

Una vez tenemos claro qué observar, es decir, observar estos paramatthas, no vivir en la historia de los paññattis, y no perdernos en las designaciones sino utilizarlas para comunicarnos con los demás cuando es necesaria la comunicación verbal o escrita, entonces podemos empezar a estudiar o investigar directamente la cualidad de estas experiencias directas. Estas cualidades comunes son: que son impermanentes o transitorias, que son fuente de insatisfacción (no en ellas mismas, sino si existe el hecho de intentar encontrar en ellas satisfacción, algo que es nuestro motivo y movimiento de vida, hasta que no encontramos que de hecho, la satisfacción ya está ahí siempre presente, y que no le pertenece a nadie, hasta entonces, ese movimiento de ir hacia algo para obtener satisfacción, siempre nos genera, en última instancia, frustración, pues se basa en una idea aparente pero no veraz de cómo son las cosas). Este último factor es la tercera caracteristica de los fenómenos que surgen dependientemente: que son impersonales, que no le pertenecen a uno, pues no hay tal uno, que no tienen sustancialidad propia,…

Bien, ¿y cómo realizan esto las técnicas de vipassana? Bien sea realizando una observación específica que quite importancia a las cualidades particulares de las cosas que suceden u ocurren (esto es lo que llamamos fenómenos) o bien tras observar ampliamente las cualidades de las experiencias vividas empezamos a ver las cualidades comunes de tales sucesos.

¿Cuáles son las ‘cualidades particulares’? Es una parte de lo que llamamos paramattha. Esto es: la experiencia que designamos como tristeza, tiene una cualidad mental y física diferente que la experiencia que llamamos alegría. La experiencia de contacto de una caricia suave, tiene una cualidad material distinta que la experiencia de rozar con un estropajo. El estropajo y la caricia son la historia, suave y áspero son la experiencia. En meditación profunda, prestamos atención a rugoso y áspero y salimos de la historia estropajo-caricia, porque, en ese momento, que igual no en otros, no son muy útiles para descubrir aquello que estamos investigando. Una vez empezamos a vivir fuera de la historia, y empezamos a vivir en la experiencia, podemos empezar a investigar este surgir condicionado de las cosas, esta igualdad o ‘mismidad’ de todas las experiencias con respeto a su surgir y su desvanecerse. Qué decir que en nuestra vida diaria empezaremos a vivir paralelamente, estas experiencia directas y sus características, tanto generales como particulares, y la historia que, formalmente, estemos viviendo, todo lo cual, nos permite vivir de una forma mucho más plena y veraz una vez conseguimos integrar ambos aspectos.

Sin embargo, normalmente, observaremos con sorpresa que, aunque podemos ver directamente que no hay razón alguna entonces para sentir preferencia por una sensación u otra, por una historia u otra, nuestro comportamiento está dirigido a buscar unas experiencias y huir de otras, y, según las memorias de historias que hayamos vivido, a buscar unas historias que asociamos con unas sensaciones y huir de otras historias que asociamos con otras sensaciones.

Una vez nuestra atención se va estabilizando en estos paramatthas podremos empezar a observar con más claridad que todos ellos (menos la experiencia de UNO) surgen y desaparecen a una incesante velocidad, como si fueran fotogramas de una palícula de cine y pudiéramos verlos uno a uno, separados, sin continuidad. No es la idea típica de impermanencia y transitoriedad en que un ser humano es más duradero que una nube. En ese caso, ser humano y nube son designaciones de conceptos o paññattis y no son algo que podamos experimentar directamente, sino agregados, cúmulos o compuestos de conjuntos de experiencias puestos juntos y vistos como unidad autoexistente. Como si viéramos la película seguida, como sin cortes, como una unidad. Normalemnte esta impermanencia de la nube y del ser humano, es la impermanencia a la que nos referimos a nivel convencional. La otra, aquella en que decimos, el ser humano y la nube, ya están en sí mismas desvanecidas, es la impermanencia de la que hablamos a nivel de meditación profunda. De aquí la importancia de aclarar en qué contexto utilizamos cada palabras, para generar el menor número de malentendidos posibles,

EN RESUMEN: esto es lo básico… Observar los paramattha no los paññattis, aunque los seguimos teniendo en cuenta para vivir nuestra vida con los demás y para poder entrar en el mundo de los demás, que viven, por lo general, en su mundo de conceptos, lejos de la experiencia. Ver la característica de impermanencia directamente en estas unidades de percepción, lo que hará que toda la base de nuestro conocimiento (esto es: los objetos) comiencen a disolverse y con ello el conocimiento antes tan sólido y real que se asentaba en ello.

Al final una debiera dejar toda esta historia, liberarse de su historia, y vivir feliz en tal como las cosas son, con plena aceptación (no de los conceptos!!, sino de la naturaleza última de las cosas, de la ausencia de un yo que pueda obtener beneficio o perjuicio de las cosas,…).

Idea… sinceridad en la práctica. Vivir donde una está. Si hay ego activo, hay ego activo, no intentar engañarse viviendo en la idea de que no está. No es una idea filosófica, es algo que se produce de forma automática cuando surge la experiencia, sea de forma aparentemente espontánea, o sea de forma aparentemente gradual. De todos modos, sí es posible que la mente conceptual tarde un tiempo en adaptarse a esta ausencia de punto de vista y a esta ausencia de entidad sólida. Por ello, aunque a muchos occidentales nos sorprenda, igual también a los asiáticos, el depsertar no tiene porque traducirse directamente en aceptación del despertar. Como bien cuenta Suzanne Segal, ella tardó doce años en integrar la experiencia. Seguir una tradición, o ir a una tradición una vez se ha abierto la mente, puede ser una ayuda, o al menos lo ha sido en la mayoría de los casos que he leído al respecto.

Cuanto más sostenida sea este modo de observación, esta práctica, más rápido irá el proceso.

Todo lo dicho,

practica con prudencia,

y no le pidas a la meditación

aquello que no te puede dar,

esto es,

que tu mundo sea perfecto, bonito, maravilloso,

sin ni una sola experiencia dolorosa,…

el mundo ya es así si le dejamos ser,

y es que nuestra mirada confundida

llama dolor a algo que no es

y placer a lo que es dolor.

Todo un problema de referencias de las desiganciones.

Aunque no parezca aquello que buscas,

tal como uno cava en la tierra

para elevar muros al cielo,

es este el resultado que tanto anhelas,

aquella paz que nada busca,

aquello que ya es y siempre ha sido,

o que está más allá de ser, de no ser,

de ser y no ser, de ni ser ni no ser.

GS

PD: aunque en un sentido último no hay nadie que ame, ni nada que amar, desde la comprensión profunda surge verdadero amor, que no pertenece a nadie; de todos modos, en el camino, cuando uno concibe algo o alguien, recordar amor universal (metta), compasión (deseo de salir del sufrimiento o de la eterna insatisfacción que siempre nos hace buscar algo más) puede ser de gran beneficio.

NOTAS

1Para una explicación más detallada y clarificadora del confuso concepto: realidad última, realidad convencional, podéis ver el glosario de la traducción de Un mapa del viaje – Sayadaw U Jotika, en btmar.org/files/files/unmapadelviaje.pdf (Y recordad que esto nos son más que sistemas explicativos para aclarar, no para confundir, en tal caso, suéltalos!).

2 Como dice un aforismo atribuido a Lao Tse: “la naturaleza no se apresura, sin embargo todo se logra”

3Esta palabra se utiliza en el Canon pali, según interpretación de algunos meditadores avanzados, para designar indistintamente dos procesos diferente. Uno es el proceso descrito aquí (A), y otro hace referencia a lo que llaman vipassana-jhaanas, relacionado con el apartado siguiente (B)

Procedencia: ©2012 Giulio Lucarda – Giulio Santa

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5 respuestas a Conceptos básicos tras preparar la mente

  1. gsanta dijo:

    Disculpas a los que ya lo leisteis, hice algunas modificaciones que creo clarifican algunos aspectos…

  2. Pingback: Meditación directa: conceptos básicos tras preparar la mente | *luz de atención constante*

  3. U.U.F.F. United Univers oF Flow… U.M.M. United Movements of Mind… impresionante… todavia no he llegado a la mitad… pero me voy a dormir con una espaciosidad especial despues de experienciar una lectura sumamente disolvente liviana y clara como la brisa que se puede sentir pero no la puedes ver… extraña sensacion de reconocimiento de algo … pura poesia pura filosofia pura pureza pura verdad pura bondad y pura belleza…. realmente muy hardkore psiko-TRANCE jajajaja te amo hermano!

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